Viernes, febrero 11 2011 21: 14

Servicios de Rehabilitación Vocacional y Apoyo al Empleo

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Por regla general, las personas con discapacidad tienen muchas menos oportunidades de integración laboral que la población en general, situación que confirman todos los datos disponibles. Sin embargo, en muchos países se han desarrollado iniciativas políticas para mejorar esta situación. Así encontramos, por ejemplo, regulaciones legales que exigen que las empresas comerciales contraten a un porcentaje específico de personas con discapacidad, así como, a menudo además de esto, incentivos financieros para que los empleadores contraten a personas con discapacidad. Además, en los últimos años también se ha visto la creación de servicios en muchos países que brindan apoyo y asistencia a las personas con discapacidad que se abren paso en la vida laboral. La siguiente contribución pretende describir estos servicios y sus tareas específicas en el contexto de la readaptación profesional y la integración laboral de las personas con discapacidad.

Nos preocupan los servicios que se activan, brindando asesoramiento y apoyo, durante la fase de rehabilitación, la fase preparatoria previa a la entrada de la persona discapacitada en la vida laboral. Mientras que los servicios de apoyo solían limitarse casi exclusivamente a esta área, los servicios modernos, en vista de la existencia continua a escala mundial de los problemas de empleo de los discapacitados, dirigieron su atención cada vez más hacia las etapas relacionadas con la colocación y la integración en una empresa.

El aumento de la importancia alcanzada por estos servicios para la promoción de la integración laboral se debe no solo al aumento de las actividades de rehabilitación basadas en la comunidad y, desde un punto de vista práctico, a los enfoques cada vez más numerosos y exitosos para la integración social de los discapacitados en la comunidad. La continua tendencia a la apertura y superación de las instituciones de acogimiento como meros lugares de encierro para las personas con discapacidad ha hecho realmente visibles por primera vez las necesidades ocupacionales y laborales de este colectivo de personas. Por tanto, nos enfrentamos a una variedad cada vez mayor de estos servicios de apoyo porque la creciente demanda de integración de todas las personas con discapacidad en la comunidad trae consigo un aumento de las tareas asociadas.

Rehabilitación e Integración

Sólo cuando las personas discapacitadas se integran en la comunidad se logra realmente el verdadero objetivo y propósito de la rehabilitación. El objetivo de los programas de readaptación profesional sigue siendo, en última instancia, la búsqueda de un trabajo y, por tanto, la participación en el mercado laboral local.

Por regla general, las medidas de rehabilitación médica y profesional sientan las bases para la (re)integración de las personas discapacitadas en la vida laboral. Su objetivo es poner a la persona discapacitada en condiciones de poder desarrollar sus propias capacidades de tal manera que sea posible una vida sin o con un mínimo de limitaciones en la sociedad en general. Los servicios que están activos en esta fase y que acompañan a la persona con discapacidad durante este proceso se denominan servicios de apoyo a la rehabilitación. Mientras que antes se podía suponer que un curso completo de rehabilitación médica y una rehabilitación profesional bien fundamentada eran, si no garantías, al menos factores clave para la integración profesional, estas condiciones elementales ya no son adecuadas en vista de la situación cambiante en el mercado laboral y los complejos requisitos del lugar de trabajo. Por supuesto, las cualificaciones profesionales sólidas siguen siendo la base de la integración laboral, pero en las condiciones actuales muchas personas discapacitadas necesitan asistencia adicional para buscar trabajo e integrarse en el lugar de trabajo. Los servicios activos durante esta fase se pueden resumir bajo el nombre servicios de apoyo al empleo.

Mientras que las medidas médicas y de rehabilitación profesional toman como punto de partida principal a las propias personas discapacitadas y tratan de desarrollar sus capacidades funcionales y habilidades profesionales, los servicios de apoyo al empleo se centran principalmente en el entorno laboral y, por tanto, en la adaptación del medio ambiente a las necesidades de la persona con discapacidad.

Perspectivas Generales para la Integración Profesional

A pesar de la importancia de los servicios de apoyo, nunca debe olvidarse que la rehabilitación nunca, en ninguna fase, debe ser una forma de tratamiento meramente pasiva, sino un proceso activamente dirigido por la persona discapacitada. El diagnóstico, el asesoramiento, la terapia y otras formas de apoyo pueden ser, en el mejor de los casos, una ayuda en la búsqueda de objetivos autodefinidos. Idealmente, la tarea de estos servicios sigue siendo esbozar las diversas opciones de acción disponibles, opciones que las personas discapacitadas deberían decidir en última instancia por sí mismas, en la medida de lo posible.

Otro parámetro no menos significativo para la integración laboral se manifiesta en el carácter holístico que debe caracterizar este proceso. Eso significa que la rehabilitación debe ser integral y no solo tratar la superación del deterioro. Debe involucrar a la persona en su totalidad y brindarle apoyo para encontrar una nueva identidad o para hacer frente a las consecuencias sociales de la discapacidad. La rehabilitación de personas discapacitadas es en muchos casos mucho más que un proceso de estabilización física y ampliación de habilidades; para que el curso de la rehabilitación funcione con éxito y satisfactoriamente, también debe ser un proceso de estabilización psicosocial, formación de identidad e integración en las relaciones sociales cotidianas.

Un área de trabajo importante para los servicios de apoyo, y que lamentablemente se ignora con demasiada frecuencia, es el campo de la prevención de discapacidades graves. Para la vida laboral en particular, es crucial que los servicios de rehabilitación y empleo estén abiertos no solo a las personas que ya están discapacitadas, sino también a aquellas que están amenazadas por la discapacidad. Cuanto antes se reaccione ante el comienzo de una discapacidad, antes se podrán dar los pasos hacia la reorientación ocupacional y antes se podrán evitar las discapacidades graves.

Estas perspectivas generales para la readaptación profesional también brindan un esbozo de las tareas y parámetros esenciales para el trabajo de los servicios de apoyo. Además, también debe quedar claro que las tareas complejas descritas aquí pueden cumplirse mejor mediante la colaboración interdisciplinaria de expertos de diversas profesiones. Por tanto, la rehabilitación moderna puede verse como una cooperación entre la persona discapacitada y un equipo de formadores profesionales, así como personal médico, técnico, psicológico y educativo cualificado.

Rehabilitación médica

Las medidas de rehabilitación médica suelen tener lugar en hospitales o en clínicas especiales de rehabilitación. La tarea de los servicios de apoyo en esta fase consiste en iniciar los primeros pasos para el afrontamiento psicológico de una discapacidad sufrida. Sin embargo, la (re)orientación ocupacional también debe realizarse lo antes posible, prácticamente al lado de la cama del paciente, ya que la construcción de una nueva perspectiva vocacional ayuda muchas veces a sentar bases motivacionales decisivas que también pueden facilitar el proceso de rehabilitación médica. Otras medidas como los programas de entrenamiento motor y sensorial, la fisioterapia, el movimiento y la terapia ocupacional o del habla también pueden contribuir durante esta fase a acelerar el proceso regenerativo natural y reducir o evitar la creación de dependencias.

La decisión relativa a las perspectivas profesionales de una persona discapacitada no debe tomarla en ningún caso un médico desde un punto de vista puramente médico, como lamentablemente sigue siendo frecuente en la práctica. La base de cualquier decisión sobre el futuro vocacional de una persona discapacitada debe estar formada no solo por deficiencias que puedan ser diagnosticadas médicamente, sino por las habilidades y destrezas existentes. Por lo tanto, los servicios de apoyo a la rehabilitación deben realizar, junto con la persona discapacitada, una revisión exhaustiva de los antecedentes profesionales del cliente y un inventario de las capacidades potenciales y los intereses existentes. A partir de ahí, se debe elaborar un plan de rehabilitación individual que tenga en cuenta las potencialidades, los intereses y las necesidades de la persona discapacitada, así como los recursos potenciales de su entorno social.

Otra área de trabajo de los servicios de apoyo a la rehabilitación en esta fase es el asesoramiento a la persona con discapacidad en cuanto a la asistencia técnica, equipos, sillas de ruedas, prótesis, etc., que pueda necesitar. El uso de este tipo de asistencia técnica puede ir acompañado inicialmente de rechazo y denegación. Si una persona con discapacidad no recibe el apoyo y la instrucción adecuados durante esta fase inicial, puede correr el riesgo de que el rechazo inicial se convierta en una fobia que luego puede dificultar la obtención de todos los beneficios del aparato en cuestión. En vista de la gran variedad de asistencia técnica disponible en la actualidad, la elección de dicho equipo debe hacerse con el mayor cuidado, adaptándose en la medida de lo posible a las necesidades individuales de la persona discapacitada. Idealmente, la selección del equipo técnico requerido también debe tener en cuenta tanto la perspectiva vocacional de la persona con discapacidad como, en la medida de lo posible, las exigencias del futuro lugar de trabajo, dado que éste también determinará el propósito que debe cumplir la asistencia técnica.

Rehabilitacion vocacional

En el “Convenio (159) de la OIT sobre la readaptación profesional y el empleo (personas discapacitadas)”, adoptado en 1983, se considera que el propósito de la readaptación profesional es “permitir a una persona discapacitada conseguir, conservar y progresar en un empleo adecuado y, por lo tanto, la integración o reintegración de dicha persona a la sociedad”.

Los últimos 30 años han visto un rápido desarrollo en los servicios de rehabilitación vocacional para personas discapacitadas. Incluyen la evaluación vocacional, cuyo objetivo es obtener una imagen clara de las capacidades potenciales de la persona; cursos de orientación para ayudar a la persona a recuperar la confianza perdida en sus capacidades; orientación vocacional, para desarrollar una (nueva) perspectiva vocacional y elegir una determinada ocupación; oportunidades de formación profesional y readiestramiento en el campo de actividad elegido; y servicios de colocación, destinados a ayudar a la persona discapacitada a encontrar un empleo adaptado a su discapacidad.

La (re)integración de una persona discapacitada en el mundo laboral generalmente se lleva a cabo a través de programas de rehabilitación vocacional individuales o combinados, que pueden llevarse a cabo en diferentes lugares. Es tarea de los servicios de apoyo a la rehabilitación discutir con la persona discapacitada si la medida de cualificación profesional debe llevarse a cabo en una institución convencional de formación profesional, en una institución especializada para la rehabilitación profesional, haciendo uso de instalaciones comunitarias o incluso directamente en un lugar de trabajo normal. La última opción es especialmente adecuada cuando el trabajo anterior todavía está disponible y la dirección del lugar de trabajo ha demostrado su disposición en principio para volver a contratar a su antiguo empleado. Sin embargo, en otros casos la cooperación con un lugar de trabajo habitual puede ser ya una opción recomendada durante el transcurso de la formación profesional, dado que la experiencia ha demostrado que dicha cooperación también mejora las posibilidades de que el participante sea contratado posteriormente por la empresa. Así, en el caso de la formación profesional en un centro de readaptación profesional, es evidente que los servicios de apoyo deben asumir la tarea de asistir a las personas con discapacidad en la búsqueda de posibilidades de formación práctica en el puesto de trabajo.

Por supuesto, estas opciones para llevar a cabo medidas de readaptación profesional no pueden verse separadas de ciertos parámetros y condiciones que varían de un país a otro. Además, la decisión real sobre la ubicación de la actividad de readaptación profesional también depende del tipo de trabajo previsto y el tipo de discapacidad, así como del entorno social de la persona discapacitada y el potencial de apoyo natural disponible en él.

Dondequiera que tenga lugar la rehabilitación profesional, sigue siendo tarea de los servicios de apoyo a la rehabilitación acompañar este proceso, discutir junto con la persona discapacitada las experiencias adquiridas y ampliar aún más el plan de rehabilitación individual, adaptándolo a los nuevos desarrollos según sea necesario.

Servicios de apoyo laboral

Mientras que la rehabilitación médica y profesional en muchos países puede contar con el apoyo de un sistema más o menos amplio de estructuras institucionales, aún no existe una infraestructura comparable para la promoción de la integración de las personas discapacitadas en el empleo, ni siquiera en algunos países altamente industrializados. Y aunque varios países tienen una serie de modelos bastante exitosos, algunos de los cuales existen desde hace varios años, los servicios de empleo en la mayoría de los países, con la excepción de ciertos enfoques en Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Alemania, todavía no forman parte integral de la política nacional para las personas con discapacidad.

Si bien la colocación de personas discapacitadas en el empleo es una parte obligatoria de la administración general del trabajo en muchos países, en vista del creciente número de desempleados, estas instituciones están cada vez menos en condiciones de cumplir con sus obligaciones de colocar a las personas discapacitadas en el trabajo. Esto se ve agravado en muchos casos por la falta de personal debidamente calificado capaz de hacer justicia a las capacidades y deseos de la persona discapacitada, así como a los requisitos del mundo del trabajo. La creación de servicios de apoyo al empleo es también una reacción a la creciente falta de éxito del enfoque tradicional de “capacitar y colocar” implícito en la rehabilitación vocacional institucionalizada. A pesar de las elaboradas ya menudo exitosas medidas médicas y de rehabilitación vocacional, la integración en el empleo sin asistencia adicional se está volviendo cada vez más difícil.

Es en este punto donde se expresa la exigencia de servicios específicos de apoyo al empleo. Dondequiera que se hayan instalado tales servicios, se han encontrado con una enorme demanda de personas discapacitadas y sus familias. Este tipo de servicio es particularmente necesario y exitoso en las interfaces institucionales entre escuelas, instituciones de rehabilitación, talleres protegidos y otras instalaciones para personas discapacitadas por un lado y el lugar de trabajo por el otro. Sin embargo, la existencia de servicios de apoyo al empleo también refleja la experiencia de que muchas personas con discapacidad también requieren apoyo y acompañamiento no sólo en la fase de inserción laboral, sino también durante la fase de adaptación en el puesto de trabajo. Varias empresas más grandes tienen su propio servicio interno de asistencia al empleado, responsable de la integración de las personas discapacitadas recién contratadas y del mantenimiento de los puestos de trabajo de los trabajadores discapacitados que ya están empleados.

Tareas de los Servicios de Apoyo al Empleo

El principal foco de intervención de los servicios de apoyo al empleo se encuentra en el umbral crítico de entrada en la vida laboral. Por lo general, su tarea consiste en crear vínculos entre la persona con discapacidad y la empresa en cuestión, es decir, con el superior directo y los futuros compañeros de trabajo.

Los servicios de apoyo al empleo deben, por un lado, ayudar a la persona discapacitada a encontrar trabajo. Esto se lleva a cabo por medio de la confianza en sí mismo y la capacitación en entrevistas de trabajo (con soporte de video) y la asistencia en la redacción de cartas de solicitud, pero también y principalmente en la colocación en la capacitación práctica en el trabajo. Todas las experiencias han demostrado que esa formación práctica en el puesto de trabajo forma el puente más importante hacia la empresa. Cuando es necesario, los servicios acompañan a la persona con discapacidad a las entrevistas de trabajo, brindándole asistencia en los trámites oficiales y en la fase inicial de ajuste en el lugar de trabajo. La falta de capacidad significa que la mayoría de los servicios de apoyo al empleo no pueden brindar apoyo más allá de los límites del lugar de trabajo. Sin embargo, en teoría tal soporte tampoco es deseable. En la medida en que también se requiera asistencia adicional en la esfera privada, ya sea psicológica, médica o relacionada con las habilidades para la vida, generalmente se brinda mediante la remisión a las instalaciones e instituciones debidamente calificadas.

Por otro lado, en lo que respecta a las empresas, las tareas más importantes de los servicios de apoyo consisten inicialmente en motivar a un empleador para que acepte a una persona discapacitada. Aunque muchas empresas tienen amplias reservas sobre el empleo de personas discapacitadas, todavía es posible encontrar empresas dispuestas a entrar en cooperación continua con los centros de rehabilitación profesional y los servicios de apoyo al empleo. Una vez que se ha identificado o establecido tal disposición general para la cooperación, se trata entonces de ubicar puestos de trabajo adecuados dentro de la empresa. Antes de cualquier colocación en la empresa, por supuesto, debe haber una comparación de los requisitos del trabajo con las capacidades de la persona discapacitada. Sin embargo, el tiempo y la energía que se gastan ocasionalmente en proyectos modelo que utilizan procedimientos supuestamente “objetivos” para comparar perfiles diferenciados de capacidades y requisitos a fin de encontrar el trabajo “óptimo” para una persona con discapacidad específica, por lo general no guardan relación con las posibilidades de éxito. y los esfuerzos prácticos involucrados en encontrar el trabajo. Es más importante convertir a las personas discapacitadas en agentes de su propio desarrollo vocacional, ya que en términos de significado psicológico no se puede dar demasiado valor a la implicación de las personas afectadas en la configuración de su propio futuro vocacional.

Los enfoques de colocación ya elaborados intentan basarse en análisis detallados de la estructura organizacional y el procedimiento de trabajo haciendo sugerencias a la empresa con respecto a la reorganización de ciertas áreas de trabajo y, por lo tanto, para crear oportunidades de trabajo para las personas discapacitadas. Dichas sugerencias pueden incluir una reducción de ciertos requisitos laborales, la creación de trabajo a tiempo parcial y horarios de trabajo flexibles, así como la reducción del ruido y el estrés en el lugar de trabajo.

Los servicios de apoyo al empleo también se ofrecen para ayudar a las empresas a solicitar subsidios públicos, como subsidios salariales, oa superar los obstáculos burocráticos al solicitar subvenciones estatales para compensación técnica por limitaciones relacionadas con la discapacidad. Sin embargo, el apoyo a la persona con discapacidad en el lugar de trabajo no debe ser necesariamente solo de carácter técnico: las personas con discapacidad visual pueden, en determinadas circunstancias, necesitar no solo un teclado Braille para su computadora y una impresora adecuada, sino también alguien que lea en voz alta por ellos. ; y las personas con discapacidad auditiva podrían ser asistidas a través de un intérprete de lenguaje de señas. A veces será necesario el apoyo para adquirir las cualificaciones requeridas para el puesto de trabajo o para la integración social en la empresa. Estas y otras tareas similares suelen ser realizadas por un trabajador de los servicios de apoyo al empleo designado como “preparador laboral”. El apoyo individualizado que brinda el preparador laboral disminuye con el tiempo.

Las personas con discapacidad mental o psiquiátrica suelen necesitar una integración paso a paso con un aumento gradual de los requisitos laborales, las horas de trabajo y el contacto social, que debe organizar los servicios de apoyo en cooperación con la empresa y la persona discapacitada.

Para cada forma de apoyo se aplica la máxima de que debe adaptarse a las necesidades individuales de la persona discapacitada y armonizarse con los recursos propios de la empresa.

El ejemplo del empleo con apoyo

El empleo con apoyo para personas con discapacidad es un concepto en el que se relacionan los subsidios salariales para las empresas involucradas y los servicios de apoyo individualizados para personas con discapacidad para lograr la plena integración en la vida laboral. Este concepto está particularmente extendido en Australia y Nueva Zelanda, en varios países europeos y en los Estados Unidos. Hasta ahora se ha utilizado principalmente para la integración en el lugar de trabajo de personas con discapacidad mental y psiquiátrica.

Los servicios de apoyo al empleo se encargan de la colocación de personas con discapacidad en una empresa, organizan el apoyo financiero, técnico y organizativo que necesita la empresa y proporcionan un preparador laboral que acompaña la integración laboral y social de la persona con discapacidad en la empresa.

De este modo, el empleador se libera de todos los problemas normalmente previstos relacionados con la contratación de personas discapacitadas. En la medida de lo posible y necesario, los servicios de apoyo al empleo también realizan las adaptaciones necesarias en el lugar de trabajo y en el entorno laboral inmediato de la persona con discapacidad. Ocasionalmente, será necesario que el solicitante reciba capacitación adicional fuera de la empresa, aunque la instrucción generalmente toma la forma de capacitación en el trabajo por parte del preparador laboral. También es tarea del preparador laboral orientar a los compañeros y superiores en el apoyo técnico y social de la persona con discapacidad, ya que el objetivo en principio es reducir progresivamente la asistencia profesional del servicio de apoyo al empleo. Sin embargo, es absolutamente necesario que, en caso de problemas agudos, el servicio de apoyo al empleo esté presente para proporcionar asistencia continua en la medida necesaria. Esto significa que el apoyo, tanto para la persona con discapacidad como para el empleador, el superior y los compañeros, debe ser individualizado y corresponder a necesidades específicas.

Los análisis de costo-beneficio de este enfoque llevados a cabo en los Estados Unidos han demostrado que, aunque la fase de integración inicial es muy intensiva en términos de apoyo brindado y, por lo tanto, de costos, cuanto más dura el empleo, más se justifica esta inversión también desde un punto de vista financiero. vista, no sólo para la persona discapacitada, sino también para el empleador y el presupuesto público.

La colocación de personas con discapacidad mediante enfoques de empleo con apoyo es más común en trabajos relativamente poco exigentes, que tienden a correr el riesgo de ser eliminados. El futuro del enfoque de empleo con apoyo se decidirá no solo por la evolución del mercado laboral, sino también por el mayor desarrollo del concepto.

Desafíos para el futuro de los servicios de apoyo al empleo

Las siguientes secciones contienen descripciones de una serie de puntos críticos cuya importancia para el desarrollo ulterior de los conceptos y para el trabajo práctico de los servicios de apoyo al empleo no debe subestimarse.

Trabajo en red con centros y empresas de rehabilitación profesional

Para que los servicios de apoyo al empleo no pierdan el blanco en términos de lo que realmente se requiere, una tarea central en todas partes será crear vínculos orgánicos con las instalaciones de rehabilitación vocacional existentes. Los servicios de integración que no están vinculados a los centros de rehabilitación corren el riesgo, como lo demuestra la experiencia, de funcionar principalmente como instrumentos de selección y menos como servicios para la integración profesional de las personas con discapacidad.

Sin embargo, los servicios de apoyo requieren no solo la creación de redes y la cooperación con los centros de rehabilitación profesional, sino también, y lo que es más importante, un posicionamiento claro con respecto a la cooperación con las empresas. En ningún caso los servicios de apoyo al empleo deben funcionar simplemente como servicios de asesoramiento para las personas con discapacidad y sus familias; también deben participar activamente en los servicios de búsqueda y colocación de empleo. La proximidad al mercado laboral es la clave para el acceso a las empresas y, en última instancia, a las posibilidades de encontrar empleo de las personas con discapacidad. Si se quiere maximizar el umbral de acceso de estos servicios a la empresa, deben situarse lo más cerca posible de la actividad económica real.

Conexiones entre calificación, colocación y empleo

Una parte importante de todos los esfuerzos de integración vocacional y, por lo tanto, un desafío central para los servicios de apoyo al empleo, es la coordinación de la preparación y calificación vocacional con los requisitos del lugar de trabajo, un aspecto que a menudo aún se descuida. Por más justificada que pueda estar la crítica al modelo tradicional de “capacitar y ubicar”, en la práctica tampoco es suficiente simplemente colocar en primer lugar y luego brindar capacitación en las habilidades requeridas. Trabajar en las condiciones actuales significa no sólo disponer de las llamadas virtudes laborales secundarias —puntualidad, concentración y rapidez—, sino también de una serie de calificaciones técnicas que siempre son necesarias y que ya deben estar presentes antes de que se pueda iniciar el empleo. Cualquier otra cosa sería pedir demasiado, tanto a las personas a colocar como a las empresas dispuestas a asumirlas.

Movilizando el apoyo natural

Las posibilidades de éxito en la integración profesional de las personas con discapacidad en el mercado laboral aumentan con la posibilidad de organizar ayuda y apoyo, ya sea en paralelo al proceso de trabajo o directamente en el lugar de trabajo. Especialmente en la fase de ajuste inicial, es importante ayudar a la persona discapacitada a hacer frente a las demandas del trabajo y también brindar apoyo a quienes componen el entorno laboral. Esta forma de asistencia de acompañamiento suele ser proporcionada por los servicios de apoyo al empleo. La integración de una persona discapacitada será tanto más exitosa a largo plazo cuanto más este tipo de ayuda profesional pueda ser reemplazada por una movilización de apoyo natural en la empresa, ya sea por parte de colegas o superiores. En un proyecto llevado a cabo recientemente en Alemania para la movilización de apoyo natural por parte de los llamados trabajadores adoptivos en el lugar de trabajo, 42 personas con discapacidad se integraron con éxito en el transcurso de 24 meses; Se invitó a participar a más de 100 empresas. El proyecto mostró que pocos empleados tenían el nivel requerido de conocimiento y experiencia en el trato con personas discapacitadas. Por lo tanto, parecía ser de importancia estratégica que los servicios de empleo desarrollaran un marco conceptual para organizar el reemplazo del apoyo profesional y la movilización del apoyo natural en el lugar de trabajo. En el Reino Unido, por ejemplo, los empleados dispuestos a actuar como trabajadores de acogida durante un tiempo determinado reciben un reconocimiento en forma de una pequeña recompensa económica.

Orientación al Éxito y Control de Usuarios

Por último, los servicios de apoyo al empleo también deberían ofrecer a sus propios empleados incentivos para entrar en empresas y lograr la colocación de personas con discapacidad, ya que es en estos esfuerzos de colocación dentro de las empresas donde debe recaer el centro de atención de los servicios. Sin embargo, la colocación de personas discapacitadas sólo puede garantizarse a largo plazo cuando la financiación de los servicios de apoyo al empleo y de sus empleados está hasta cierto punto relacionada con su éxito. ¿Cómo se puede motivar a los empleados de servicios de manera continua para que abandonen su institución, solo para sufrir la frustración del rechazo en las empresas? La colocación de personas discapacitadas en el empleo es un negocio difícil. ¿De dónde vendrá el ímpetu para luchar obstinadamente y constantemente contra los prejuicios? Todas las organizaciones desarrollan sus propios intereses, que no necesariamente están de acuerdo con los de sus clientes; todas las instituciones financiadas con fondos públicos corren el riesgo de divorciarse de las necesidades de sus clientes. Por esta razón, se requiere un correctivo que genere incentivos generales, no solo para los servicios de apoyo al empleo, sino también para otras instalaciones sociales, en la dirección del resultado deseado.

Otra modificación necesaria del funcionamiento de los equipamientos sociales financiados con fondos públicos consiste en que los usuarios y sus organizaciones tengan voz en los asuntos que les conciernen. Esta cultura de participación también debería encontrar un eco en los conceptos detrás de los servicios de apoyo. En este contexto, los servicios, como todas las demás instituciones financiadas con fondos públicos, deben estar sujetos a un control y una evaluación regulares por parte de sus clientes, sus usuarios y sus familias, y por último, pero no menos importante, de las empresas que cooperan con los servicios.

Observaciones finales

Cuáles y cuántas personas discapacitadas pueden integrarse en última instancia en el mercado laboral mediante las actividades de los servicios de readaptación profesional y apoyo al empleo no puede responderse en abstracto. La experiencia demuestra que ni el grado de discapacidad ni la situación en el mercado laboral pueden considerarse limitaciones absolutas. Los factores que determinan el desarrollo en la práctica incluyen no solo la forma de trabajar de los servicios de apoyo y la situación del mercado laboral, sino también la dinámica que se genera dentro de las instituciones y los equipamientos para personas con discapacidad, cuando este tipo de opción de empleo se convierte en una posibilidad concreta. En cualquier caso, las experiencias de varios países han demostrado que la colaboración entre los servicios de apoyo al empleo y los centros tutelados tiende a tener un efecto considerable en las prácticas internas dentro de estos centros.

Las personas necesitan perspectivas, y la motivación y el desarrollo surgen en la medida en que las perspectivas existen o son creadas por nuevas opciones. Tan importante como es el número absoluto de colocaciones realizadas por los servicios de apoyo al empleo, es igualmente importante la apertura de opciones para el desarrollo personal de las personas con discapacidad posibilitadas por la propia existencia de tales servicios.

 

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Leer 6972 veces Ultima modificacion el Jueves, junio 16 2011 13: 33

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Contenido

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