Martes, febrero 15 2011 18: 26

Recursos Institucionales, Estructurales y Legales: Introducción

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Las estructuras nacionales e internacionales que se ocupan de la salud y la seguridad en el lugar de trabajo se han desarrollado rápidamente durante los últimos 25 años en respuesta a la creciente preocupación por la salud de los trabajadores. Los cambios económicos, sociales y políticos proporcionan el contexto para este desarrollo.

Entre los factores económicos se encuentran la reubicación del poder lejos de los trabajadores hacia empresas multinacionales y legislaturas supranacionales, cambios rápidos en la competitividad relativa de diferentes estados en la economía mundial y cambios tecnológicos en el proceso productivo. Entre los factores sociales se encuentran el avance del conocimiento médico con el consiguiente aumento de las expectativas de salud y el crecimiento del escepticismo sobre los efectos de los avances científicos y tecnológicos en el medio ambiente dentro y fuera del lugar de trabajo. El contexto político incluye los llamados a una mayor participación en el proceso político en muchos países desde la década de 1960, la crisis del bienestar social en varias naciones industrializadas y una creciente sensibilidad a las prácticas de las multinacionales en los países en desarrollo. Las estructuras organizacionales han reflejado estos desarrollos.

Las organizaciones de trabajadores han contratado a especialistas en salud y seguridad para que brinden orientación a sus miembros y negocien en su nombre a nivel local y nacional. Ha habido un rápido crecimiento en el número de organizaciones de víctimas de enfermedades profesionales en los últimos diez años, lo que puede verse como una respuesta a las dificultades especiales a las que se enfrentan cuando las prestaciones sociales son inadecuadas. Ambos desarrollos se han reflejado a nivel internacional en la mayor importancia otorgada a la salud y la seguridad por las federaciones sindicales internacionales y por las conferencias internacionales de trabajadores en sectores industriales particulares. Las cuestiones estructurales y jurídicas relacionadas con las organizaciones de trabajadores, las asociaciones de empleadores y las relaciones laborales se analizan en un capítulo aparte del Enciclopedia.

Los cambios en las organizaciones estatales y de empleadores en los últimos años pueden considerarse en parte reactivos y en parte preventivos. La ley introducida en los últimos 25 años es en parte una respuesta a las preocupaciones expresadas por los trabajadores desde finales de la década de 1960, y en parte la regulación del rápido desarrollo de nuevas tecnologías de producción en el período de posguerra. Las estructuras constitucionales establecidas en diferentes legislaturas están, por supuesto, en consonancia con la legislación y la cultura nacionales, pero tienen características comunes. Estos incluyen un aumento en la importancia otorgada a los servicios de prevención y capacitación para trabajadores, gerentes y especialistas en salud y seguridad, el establecimiento de organizaciones participativas o consultivas en el lugar de trabajo y a nivel nacional, y la reorganización de las inspecciones laborales y otros organismos estatales. preocupado por la ejecución. Se han establecido diferentes mecanismos en diferentes Estados para la cobertura de seguro proporcionada a un trabajador lesionado o enfermado por el trabajo, y para la relación de la aplicación de la salud y la seguridad con otros organismos estatales relacionados con el empleo y el medio ambiente.

Cambios organizacionales como estos crean nuevos requisitos de capacitación en las profesiones en cuestión: inspectores, ingenieros de seguridad, higienistas industriales, ergonomistas, psicólogos ocupacionales, médicos y enfermeras. La capacitación es discutida por organismos profesionales y de otro tipo a nivel nacional e internacional, y las principales profesiones se reúnen en congresos internacionales y desarrollan requisitos comunes y códigos de práctica.

La investigación es una parte esencial de los programas de prevención planificados y reactivos. Los gobiernos son la mayor fuente individual de fondos para la investigación, que se organizan predominantemente en programas nacionales de investigación. A nivel internacional, existen, además de las secciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), instituciones de investigación como el Instituto Europeo de Seguridad Conjunta y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer que llevan a cabo investigaciones internacionales programas de investigación en seguridad y salud en el trabajo.

Si bien la OIT, la OMS y otras organizaciones de las Naciones Unidas han expresado su preocupación por la salud en el trabajo en sus estatutos desde la Segunda Guerra Mundial o incluso antes, muchos organismos internacionales que se ocupan de la salud en el trabajo datan de hace menos de 25 años. La salud y la seguridad son ahora una preocupación importante de los organismos de comercio mundial y las áreas regionales de libre comercio, y las consecuencias sociales de los acuerdos comerciales a menudo se discuten durante las negociaciones. La Organización para el Desarrollo Económico y Cultural (OCDE) evalúa las prácticas de salud y seguridad en diferentes países junto con el desempeño puramente económico. El prolongado debate sobre la inclusión de una cláusula social en las negociaciones del GATT ha vuelto a enfatizar este vínculo.

La aceptación de la autoridad de las organizaciones nacionales e internacionales es esencial para que funcionen con eficacia. Para los órganos legislativos y de aplicación, esta legitimidad es conferida por la ley. Para las organizaciones de investigación, su autoridad se deriva de su adhesión a los procedimientos científicos aceptados. Sin embargo, el traslado de la formulación de leyes y la negociación de acuerdos sobre seguridad y salud en el trabajo a organismos internacionales plantea problemas de autoridad y legitimidad para otras organizaciones como las asociaciones de empleadores y las organizaciones de trabajadores.

La autoridad de los empleadores proviene del valor social de los servicios o productos que brindan, mientras que las organizaciones de trabajadores deben su posición en las negociaciones a las estructuras democráticas que les permiten reflejar las opiniones de sus miembros. Cada una de estas formas de legitimidad es más difícil de establecer para las organizaciones internacionales. Es probable que la mayor integración de la economía mundial genere una coordinación cada vez mayor de políticas en todas las áreas de seguridad y salud en el trabajo, con énfasis en las normas comúnmente aceptadas de prevención, compensación, capacitación profesional y cumplimiento. El problema de las organizaciones que crezcan en respuesta a estas necesidades será mantener su autoridad a través de relaciones receptivas e interactivas con los trabajadores y el lugar de trabajo.

 

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